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Has sentido que…
#30 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Fotrografías impresionantes mostrando piel, tras gasas erizados atributos, muslos, labios provocativos Un rostro varonil entre las sombras con los ojos conteniendo el llanto. Manos entrelazadas de parejas, velas, luces indirectas, el montaje de la exposición del artista era le lo más creativo. Los muros eran de piedra, el piso de rústica madera,…
#29 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Había seducido su paladar, se despedían pero querían comerse, meterse mano, desnudarse, recorrer con la lengua su intmidad y estremecerse. Deseaban arder de pasión, tenían una fuerte atracci´n, se abrazaron estaban nariz con nariz, percibían el olor de loción a maderas y perfume floral. Él más alto que ella apreciaba la vista…
#28 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Minutos antes por su mente pasaban los excitantes recuerdos, piel con piel, esas varoniles manos que la estremecían. Conocía su cuerpo a la perfección, parecía haber tomado medidas de cada curvatura. Tener la llave maestra para abrir el cerrojo y hacerle fluir de placer. Además de conocer sus gustos, leer sus gestos…
#27 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Momentos ardientes vivían, mientras con la humedad en la piel después de la ducha su lengua degustaba sus enormes atribubos. Ella hambrienta de la firme virilidad, que parecía mostrar una versión mejorada. Mayor rendimiento, la mejora en la alimentación, las caminatas y claro declarar su profundo amor por una extraordinaria mujer, quien…
#26 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Entre velas, pétalos, vino, dulce danza de lenguas en boca, amantes provocados, roces erizando la piel, excitación. Canciones alentando al romance. La Trattoria parecía un semillero del amor, cada bocado seducía, el ambiente encendiendo el ardiente placer de los sentidos. Sofía suspiraba por su amado Clifford, cuando de pronto una amable mujer…
#25 Desde el balcón…
Por: Elvira González. Sobre el escritorio se sienta y abre el vestido vuelan los botones, encajes abajo, le ordena succionar, ella sujeta su firme virilidad. Razguña la espalda mientras él se esmera entre sus piernas, notas altas de voz femenina eso le encienden más, sin mayor resistencia. Sucumbe, necesita embestirle con fuerza, (bella sentada, varonil…
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