Autora: Elvira González.
Vestida de blanco con el perfume en mano rociaba el cuello y le parece escuchar un ruido y sale del vestidor hacia la habitación. Su esposo al parecer se había movido del a posición en la que le vio antes, el cajón de la mesa de noche se había quedado abierto, al parecer de ahí había sacado un estuche. Que se encontraba en el suelo y él se encontraba con los ojos cerrados acostado de lado como abrazado de la almohada de ella.
Annelise escuchó quealgo se cayó y le pareció que Antoine le daba los buenos días añadiendo que le amaba como solpia hacerlo cada mañana. Se acerca y se inclina para besar su rostro cuando se percata que no respiraba, la temperatura de su cuerpo aún con temperatura normal. Sentada junto a él lo abraza y coloca la cabeza en su pecho, el corazón se había ido a descansar, (lo movió y quedó boca arriba) las lágrimas rodaban. Estaba tan triste y desconcertada que no sabía que hacer, de pronto reacciona, debía llamar al doctor James, quería gritar auxilio a sus abuelos. Pero no debía asustarles tampoco, deseaba encontrarse teniendo una terrible pesadilla, aún sentada tomó el teléfono y llamo al médico. Mientras levantaba el estuche en el piso, apenas escuchó su voz James le hizo saber que llegaría en pocos minutos.
Entre sus manos tenía la caja forrada de tela rompió en llanto por fin y como si una voz le susurrara convencida abrió el estuche. En el interior había un llavero de corazón que tenía escrita la palabra «gratitud» y una nota de Antoine le agradecía pot todo su amor y por cambiar su vida. Era un colgante para las llaves que podría usar siempre para abrir puertas que le proporcionaran felicidad, agregaba Antoine. Quien ya le había pedido que al pasar el tiempo comenzara de nuevo y se volviese a enamorar. Algo a lo cual Annelise no deseaba escuchar, volteó a ver a su amado esposo como si quisiera que despertara. Se secó los ojos, tomó valor y salió de la habitación para ir a ver a sus abuelos y a Flora.
Se encontraban en la cocina ayudando a Flora cortaban fruta, cuando la abuela Anne ve a su nieta fue a abrazarle. Sin poder hablar era claro lo sucedido, el abuelo Emiliano les rodeó y los tres lloraban,. Flora se acercó y Annelise le tomó la mano, entonces suspiró y les hizo saber que había llamado al doctor. En ese instante se escucha el timbre.
El doctor James fue recibido por el chófer quien acababa de entrar pues se disponía a hacer algunos mandados. Annelise lo llevó a lahabitación, había llegado muy rápido, explicó cómo sucedieron las cosas, lo bien que lo pasaron la noche anterior. Antoine había trascendido, su corazón dejó de funcionar apenas un rato antes, al parecer sin dolor, siguió soñando. Hablaría con los de la agencia funeraria, todo estaba arreglado, el médico extendió el acta de defunción. Abrazó a Annelise y le mencionó que había tenido un deceso afortunado, en casa y descansando sin sufrimiento.
Permanecería ahi para ayudar a la joven viuda, Antoine era su amigo y un gran ser humano. Las horas a partir de ese acontecimiento esperado pero nada deseado fueron más largas y dolorosas de lo que nunca imaginó. Suspiraba por su papá y se preguntaba dónde se encontraría su madre, tenpia sentimientos encontrados, Los abuelos resutaron ser de gran ayuda, Antoine solicitó ser cremado y sus cenizas serían abono del jardín, no quería pisar el cementerio. Una gran cantidad de personas asisitirían a dar el pésame, pediría al sacerdote que oficiara una misa en la propiedad. Sobre el césped un improvisado altar con una cruz.
Días después, los abuelos aún se encontraban acompañando a su nieta quien no tenía deseos de comer, se encntraba muy triste, pálida. Algo que no le gustaba al médico, Flora le preparaba caldos con vegetales, con la carne picada, con trabajos terminaba el contenido del tazón.
Una semana después, las personas continuaban enviando flores, cestas con fruta para apoyar a Annelise. Quien al despertar esa mañana depués de un terrible dolor en el vientre bajo, tiene una hemorragia. Le llevaron al hospital en ambulancia, la pérdida del bebé en una etapa temprana del embarazo terminó por agravar su tristeza. El colchón de la cama se cambió de inmediato, además de algunos cambios necesarios.
El trascurrir del tiempo que según se sabe acomoda cada cosa en su lugar, resultó ser la época más difícil en la vida de Annelise. La terrible pérdida de su amado esposo con lo cual quizás tendría que resignarse pero perder al fruto de su amor parecía terminar de desgarrarle. Ella se ve en la necesidad de tomar drásticas decisiones para pegar los pedazos en los cuales se rompió y lograr salir de nuevo a respirar con profundidad ante…
En otra ciudad lejana…
Sumergida en la espuma esperaba a su nuevo amante multimillonario quien desde tiempo atrás le pretendía. Anette tenía muchos secretos que ocultar y no daba un paso sin tener razones poderosas para hacerlo. Tenía una asistente personal que le seguía a todos lados y exactamente se encontraba en camino a entregarle un sobre de parte de su madre. Y además los resultados del laboratorio había visitado al doctor por causa de un problema con sus cuerdas vocales. Como cantante de ópera debía cuidar mucho de ellas y le advirtieron que quizás su vida en el escenario cambiaría en forma drástica, algo que le dolía de verdad.
Al vivir ahí su amante se encargaría de proveer todos los lujos que tanto le gustaban, además de lo sensual que encontraba al caballero. Salvaje entre las sábanas a quien si se le antojaba la poseía hasta en el balcón de noche y totalmente desnuda. Le rodeaba por detrás hasta agitar sus caderas siin parar, adoraba escucharle clamar por más. Aquel hombre planeaba llevarle de viaje a recorrer países lejanos en hoteles de lujo en donde pretendía invertir, algo con le que estaba encantada…
El tiempo presente de Annelise…
Aquella primera cita con Daniel estaba resutando encantadora tras tres años de procesar el luto por su Antoine y el bebé. Mudarse de ciudad había sido una saludable decisión entre otras que se ve obligada a tomar. Mientras bailaba muy cerca con Daniel por un momento recordó lo que su pintor solía decir que si una pareja se coordina en la pista lo hará en la cama y en otros aspectos también. No podía creer que quiso besar a Daniel y al hacerlo se sintió tan bien, esos labios carnosos le acariciaron los sentidos y estimularon su apetito sexual que solía ser tan ardiente. Después de la propuesta para conocer al socio de su nuevo novio, Annelise tenía la sensación de llevar años saliendo con el atractivo hombre tan conocedor de los libros. Sus charlas solían ser interesantes, divertidas y le brindaba una comodidad, sabía que él la aceptaba tal como era , le adoraba y la consideraba una mujer fascinante.
Cuando le platicó su historia con Antonie le escchó con atención y los ojos se le humedecieron al escuahr la pérdida del bebé. Todavía tenía edad para concebir y físicamente se econtraba sana, fuerte, en el fondo anhelaba volver a intentar ser mamá. Algo que a Daniel le encantaría formar una familia con la mujer que le capturó el corazón a primera vista.
Al llegar a casa de Annelise agradeció a Daniel por la encantadora velada que le brindó con tantos detalles, tan romántico. Sus labios aún tenían ganas de rozar los de su nuevo novio, se abrazaron y como dos magnetos sus bocas se encontraron. Esta vez las lenguas hicieron contacto con ritmo lento encontrándose al tiempo sus manos acariciaban la espalda, sin prisas pero la química era muy fuerte que…
Sentada en una banca de madera, descalza, un vaso de naranjada con jengibre y hojas de menta, mucho hielo. Conoces mi costumbre de encender velas a favor de la paz, salud, luz, armonía, empatía, prosperidad y abundancia para cada país de nuestro asombroso mundo. Por la sensatez de los gobernantes que busquen el bien de sus habitantes. Esta mañana el aroma a la mantequilla llega a cada rincón, para desayunar las tradicionales tortitas, tocino crujiente, salchichas doradas, huevos fritos, leche condensada, miel, o mermeladas para acompañar, servicio de café, leche fría o infusiones. La mesa puesta, flores lila al centro, la vajilla es blanca sencilla, para que luzcan los alimentos, que es mi deseo compartir. Frente a la terraza con vista al mar, esos tonos turquesa tan relajantes. Mientras escucho a HAEVN & Néomi -We Are- (Live in Tivoli) geniales. Agradeciendo tu gentil presencia al blog.
Respira profundo. Inhala amor y exhala pasión…
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Fotografías de Elvira González.
Derechos reservados conforme a la ley/ Copyright
Continuará…
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